INTRODUCCIÓN

En la era digital actual, las herramientas y técnicas audiovisuales se han convertido en una parte crucial de nuestra vida cotidiana. Desde las redes sociales hasta la comunicación virtual, los medios audiovisuales han revolucionado la forma en que interactuamos entre nosotros y con el mundo que nos rodea.

Para los profesores y trabajadores en el ámbito de la juventud, la incorporación de los audiovisuales a su trabajo no es sólo una forma divertida y atractiva de enseñar y comunicar, sino también una herramienta eficaz para mejorar la experiencia de aprendizaje. Los audiovisuales pueden ayudar a los alumnos a comprender conceptos complejos, fomentar la creatividad y la imaginación y hacer que aprender y compartir sea más interactivo y agradable.

Sin embargo, el campo audiovisual es un ámbito vasto y polifacético en el que intervienen muchas competencias, técnicas, flujos de trabajo, herramientas de hardware y software diferentes y con un gran número de resultados posibles: tratar o incorporar materiales audiovisuales a los métodos de enseñanza requiere ciertas competencias, conocimientos y equipos que no siempre están al alcance de los profesores o educadores.

No sólo las artes visuales aportan beneficios. Según un estudio, la participación en la música, la terapia de artes visuales, la expresión creativa basada en el movimiento y la escritura expresiva tienen efectos positivos en la salud y favorecen la curación. Se demostró que la música calma la actividad neuronal del cerebro, lo que puede reducir la ansiedad y aumentar la inmunidad. El arte nos da una forma de expresarnos que las palabras no pueden dar. La expresión creativa basada en el movimiento, como la danza, tiene beneficios tanto físicos como psicológicos, como el recuerdo de palabras y el aumento de la autoestima. Se ha demostrado que la escritura expresiva (escribir en un diario pensamientos, sentimientos y emociones profundos) reduce la depresión y disminuye la intensidad del dolor.

Por último, parece que trabajar creativamente con las manos en proyectos también aumenta la felicidad al disminuir el estrés, aliviar la ansiedad y modificar la depresión. La rutina repetitiva permite que nuestra mente descanse y puede ayudarnos a entrar en un estado de “flujo” en el que nos absorbemos por completo en una tarea, perdiendo la noción del tiempo. El psicólogo húngaro Mihaly Csikszentmihalyi, uno de los fundadores de la psicología positiva, estudió este estado de flujo y descubrió una mayor autoestima, compromiso y felicidad a largo plazo como resultado de estar en flujo.

Todas buenas razones por las que es crucial organizar actividades creativas para el bienestar de nuestros jóvenes. La lista de beneficios es larga y estamos seguros de que has experimentado muchos como formador de jóvenes. No hay que olvidar que nuestro futuro está muy necesitado de pensadores y creadores creativos que puedan hacer frente a los numerosos retos que nos aguardan. Así pues, esperamos que este kit les sirva de inspiración para organizar nuevas actividades creativas en sus organizaciones.