Mejorar la comprensibilidad de la comunicación se está convirtiendo en un eje cada vez más importante de la accesibilidad. Los conceptos de lenguaje “llano” y lenguaje “de fácil lectura” son ahora ampliamente seguidos por gobiernos, escuelas o empresas para garantizar que un mayor número de personas comprenda su comunicación. Por ejemplo, en EE.UU., con la aprobación de la Ley del Lenguaje Sencillo, toda la comunicación del gobierno federal debe seguir las especificaciones del lenguaje sencillo.

Sin embargo, escribir en lenguaje “fácil de leer” o “llano” puede ser un reto para cualquiera, ya que puede distar mucho de nuestros hábitos de escritura y de lo que se considera “bueno” al escribir. Se pueden encontrar muchas buenas prácticas para seguir estos estilos, pero utilizar una herramienta específica como Capito Digital ofrece muchas ventajas. En primer lugar, es fácil de usar, ya que basta con importar tu texto y actualizarlo directamente según las recomendaciones que propone. Además, permite tener una opinión imparcial sobre el nivel de accesibilidad de la redacción y actualizar el texto según el nivel de lengua de las personas a las que quieres llegar (A1, A2 o B1).